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El pasado lunes, 25 de septiembre, laPolícia Civil del Estado de Goiás (PCGO), a través del Grupo de Represión a Estelionatos y otros Fraudes (GREF/DEIC), detuvo a un gigoló de 22 anos acusado como el autor del asesinato de un profesor universitario de 64 años. El crimen tenía como motivación el robo del dinero y las tarjetas de crédito de la víctima.
Los hechos que condujeron a la detención del sospechoso comenzaron a desarrollarse cuando el departamento de seguridad de un banco donde la víctima tenía una cuenta llamó a la policía. Recibieron imágenes de un intento de validación biométrica en el que un individuo intentaba suplantar la identidad de la víctima mediante reconocimiento facial. Sin embargo, la acción sospechosa hizo saltar las alarmas en la entidad financiera.
«Se pudo ver a un hombre con la cabeza levantada por el brazo de otra persona durante el reconocimiento facial, lo que despertó sospechas en la entidad financiera», declaró PCGO.
Se llamó inmediatamente a las autoridades policiales, que iniciaron una investigación exhaustiva. Alrededor de las 13:45 horas del mismo día, los investigadores localizaron al sospechoso en las inmediaciones del edificio donde vivía la víctima, situado en el Sector Oeste en Goiânia. Cuando se le abordó, el sospechoso mintió inicialmente sobre su identidad, pero la policía pudo determinar su verdadera identidad. Ya era sospechoso de estar implicado en varios delitos de robo y estelionato.
Con la ayuda del conserje del edificio y el sospechoso detenido, la policía subió al departamento de la víctima. Encontraron las llaves en las cañerías del suelo y, cuando entraron en la habitación, encontraron la puerta de la suite trancada. Tras derribar la puerta del dormitorio, el cuerpo del profesor universitario fue encontrado en el baño, con un crucifijo en la mano y una cuerda enrollada alrededor del cuello. Las investigaciones revelaron que esta macabra escena había sido fingida por el autor en un intento de simular un suicidio.
Tras ser detenido, el sospechoso confesó el asesinato y reveló sus intentos de mover el dinero de la víctima. Realizó transferencias a través de PIX a su propia cuenta e hizo compras con las tarjetas de crédito robadas. El sospechoso también intentó acceder a una de las cuentas de la víctima, utilizando imágenes de su rostro durante la validación biométrica.
Después de hacer compras y regresar a su casa en Jardim Esmeralda, el sospechoso decidió volver a la escena del crimen para intentar fingir el suicidio de la víctima y llamar a la policía, afirmando haber encontrado el cadáver. Sin embargo, su intento se vio frustrado cuando los investigadores de la Policía Civil le interceptaron en la acera del edificio de la víctima.
El sospechoso, identificado como José Henrique, se enfrenta ahora a cargos de asesinato, robo y fraude bancario. Se encuentra bajo custodia de las autoridades y a la espera de ser juzgado. La comunidad académica y los familiares de la víctima están horrorizados por la brutalidad del crimen y esperan a que se desarrollen las investigaciones para pedir justicia por el trágico acontecimiento.
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